¡Llegó el gran día! Y la gratitud se hace presente en nuestros corazones para celebrar nuestras Bodas de Plata.
Un cuarto de siglo que transcurrió en un abrir y cerrar de ojos, y que nunca habría sido posible sin el trabajo de muchos.
Dimos gracias a Dios en una eucaristía solemne, acompañados por toda la comunidad campestrista y brindamos para que este maravilloso sueño de 25 años continúe vigente por siempre al servicio de la educación.
¡Vamos por muchos años más enseñando futuro!